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El aparato Circulatorio. Conceptos Básicos.

El aparato circulatorio o sistema circulatorio es la estructura anatómica compuesta por el sistema cardiovascular que conduce y hace circular la sangre por todo el cuerpo, y por el sistema linfático que conduce la linfa unidireccionalmente hacia el corazón. En el ser humano, el sistema cardiovascular está formado por el corazón, los vasos sanguíneos (arterias, venas y capilares) y la sangre, y el sistema linfático que está compuesto por los vasos linfáticos, los ganglios, los órganos linfáticos (el bazo y el timo), la médula ósea y los tejidos linfáticos (como la amígdala y las placas de Peyer) y la linfa.Circulacionbasica

La sangre es un tipo de tejido conjuntivo fluido y especializado, con una matriz coloidal líquida, una constitución compleja y de un color rojo característico. Tiene una fase sólida (elementos formes, que incluye a los leucocitos (o glóbulos blancos), los eritrocitos (o glóbulos rojos) , las plaquetas y una fase líquida, representada por el plasma sanguíneo.

La linfa es un líquido transparente que recorre los vasos linfáticos y generalmente carece de pigmentos. Se produce tras el exceso de líquido que sale de los capilares sanguíneos al espacio intersticial o intercelular, y es recogida por los capilares linfáticos, que drenan a vasos linfáticos más gruesos hasta converger en conductos que se vacían en las venas subclavias.

La función principal del aparato circulatorio es la de pasar nutrientes (tales como aminoácidos, electrolitos y linfa), gases, hormonas, células sanguíneas, etc., a las células del cuerpo, recoger los desechos metabólicos que se han de eliminar después por los riñones, en la orina, y por el aire exhalado en los pulmones, rico en dióxido de carbono (CO2). Además, defiende el cuerpo de infecciones y ayuda a estabilizar la temperatura y el pH para poder mantener la homeostasis.

Para comenzar a comprender el funcionamiento del sistema circulatorio, comenzaremos por ver el corazón.

Corazón

En los humanos y en los vertebrados superiores, el corazón está formado por cuatro cavidades:

  • aurícula derechacorazon1
  • aurícula izquierda
  • ventrículo derecho
  • ventrículo izquierdo

El lado derecho del corazón bombea sangre carente de oxígeno procedente de los tejidos hacia los pulmones donde se oxigena; el lado izquierdo del corazón recibe la sangre oxigenada de los pulmones y la impulsa a través de las arterias a todos los tejidos del organismo. La circulación se inicia al principio de la vida fetal. Se calcula que una porción determinada de sangre completa su recorrido en un periodo aproximado de un minuto.

Circulación pulmonar o menor

Cuando la aurícula derecha se contrae, impulsa la sangre a través de un orificio hacia el ventrículo derecho. La contracción de este ventrículo conduce la sangre hacia los pulmones, a través de la arteria pulmonar, es la única arteria que conduce sangre no oxigenada. La válvula tricúspide evita el reflujo de sangre hacia la aurícula, ya que se cierra por completo durante la contracción del ventrículo derecho.

circulacion menorEn su recorrido a través de los pulmones, la sangre se oxigena, es decir, se satura de oxígeno. Después regresa al corazón por medio de las cuatro venas pulmonares que desembocan en la aurícula izquierda, de igual forma, éstas venas son las únicas del cuerpo que transportan sangre oxigenada.

Cuando esta cavidad se contrae, la sangre pasa al ventrículo izquierdo y desde allí a la aorta gracias a la contracción ventricular. La válvula bicúspide o mitral evita el reflujo de sangre hacia la aurícula y las válvulas semilunares o sigmoideas, que se localizan en la raíz de la aorta, el reflujo hacia el ventrículo. En la arteria pulmonar también hay válvulas semilunares o sigmoideas.

Ramificaciones

La aorta se divide en una serie de ramas principales que a su vez se ramifican en otras más pequeñas, de modo que todo el organismo recibe la sangre a través de un proceso complicado de múltiples derivaciones. La aorta es la arteria de mayor calibre de todo el cuerpo, inicialmente asciende a su salida del corazón, para posteriormente incurvarse en el llamado cayado de la aorta a la altura del «cuello» y pasar a ser descendiente. Antes de descender dará dos ramas grandes, las arterias carótidas que llevarán la sangre a la cabeza y otras dos ramas que llevarán la sangre a los miembros superiores, las arterias subclavias.

En su recorrido descendiente a nivel lumbar se divide en dos ramas, las íliacas primitivas, que se dirigen una a cada pierna, aquí se dividirán en más ramas que ahora no vamos a detallar.

Las arterias menores se dividen en una fina red de vasos aún más pequeños, los llamados capilares, que tienen paredes muy delgadas. De esta manera la sangre entra en estrecho contacto con los líquidos y los tejidos del organismo.

vasossanguineos
capilares

 

 

 

 

 

 

En los vasos capilares la sangre desempeña tres funciones: libera el oxígeno hacia los tejidos, proporciona a las células del organismo de nutrientes y otras sustancias esenciales que transporta, y capta los productos de deshecho de los tejidos. Después los capilares se unen para formar venas pequeñas. A su vez, las venas se unen para formar venas mayores, hasta que, por último, la sangre se reúne en la vena cava superior e inferior y confluye en el corazón completando el circuito.

Circulación portal

Además de la circulación pulmonar y sistémica descriptas, hay un subtipo de circulación, un sistema auxiliar del sistema venoso que recibe el nombre de circulación portal. Es la encargada del aporte sanguíneo al hígado.

portaUn cierto volumen de sangre procedente del intestino confluye en la vena porta y es transportado hacia el hígado. Aquí penetra en unos capilares abiertos denominados sinusoides, donde entra en contacto directo con las células hepáticas.

En el hígado se producen cambios importantes en la sangre, vehículo de los productos de la digestión que acaban de absorberse a través de los capilares intestinales. Las venas recogen la sangre de nuevo y la incorporan a la circulación general hacia la aurícula derecha.

A medida que avanza a través de otros órganos, la sangre sufre más modificaciones.

Circulación coronaria

La sangre procedente de todo el organismo llega a la aurícula derecha a través de dos venas principales: la vena cava superior y la vena cava inferior.Coronarias

La circulación coronaria irriga los tejidos del corazón aportando nutrientes, oxígeno y, retirando los productos de degradación. En la parte superior de las válvulas semilunares, nacen de la aorta dos arterias coronarias. Después, éstas se dividen en una complicada red capilar en el tejido muscular cardiaco y las válvulas.

La sangre procedente de la circulación capilar coronaria se reúne en diversas venas pequeñas, que después desembocan directamente en la aurícula derecha sin pasar por la vena cava.

Estas arterias son las que se ven comprometidas en los IAM y angina de pecho, lo que puede provocar la interrupción de flujo sanguíneo al músculo cardíaco, provocando lesiones irreparables, el músculo cardíaco no se recupera, es sustituido por tejido fibroso con menor capacidad elástica

Función cardíaca

La actividad del corazón consiste en la alternancia sucesiva de contracción (sístole) y relajación (diástole) de las paredes musculares de las aurículas y los ventrículos.

Durante el periodo de relajación, la sangre fluye desde las venas hacia las dos aurículas, y las dilata de forma gradual. Al final de este periodo la dilatación de las aurículas es completa. Sus paredes musculares se contraen e impulsan todo su contenido a través de los orificios auriculoventriculares hacia los ventrículos.

Este proceso es rápido y se produce casi de forma simultánea en ambas aurículas. La masa de sangre en las venas hace imposible el reflujo. La fuerza del flujo de la sangre en los ventrículos no es lo bastante poderosa para abrir las válvulas semilunares, pero distiende los ventrículos, que se encuentran aún en un estado de relajación. Las válvulas mitral y tricúspide se abren con la corriente de sangre y se cierran a continuación, al inicio de la contracción ventricular.

La sístole ventricular sigue de inmediato a la sístole auricular. La contracción ventricular es más lenta, pero más enérgica. Las cavidades ventriculares se vacían casi por completo con cada sístole. La punta cardiaca se desplaza hacia delante y hacia arriba con un ligero movimiento de rotación. Este impulso, denominado el choque de la punta, se puede escuchar al palpar en el espacio entre la quinta y la sexta costilla.

Después de que se produce la sístole ventricular el corazón queda en completo reposo durante un breve espacio de tiempo. El ciclo completo se puede dividir en tres periodos:

  1. las aurículas se contraen
  2. se produce la contracción de los ventrículos
  3. aurículas y ventrículos permanecen en reposo

En los seres humanos la frecuencia cardiaca normal es de 72 latidos por minuto, y el ciclo cardiaco tiene una duración aproximada de 0,8 segundos. La sístole auricular dura alrededor de 0,1 segundos y la ventricular 0,3 segundos. Por lo tanto, el corazón se encuentra relajado durante un espacio de 0,4 segundos, casi la mitad de cada ciclo cardiaco.

En cada latido el corazón emite dos sonidos, que se continúan después de una breve pausa. El primer tono, que coincide con el cierre de las válvulas tricúspide y mitral y el inicio de la sístole ventricular, es sordo y prolongado. El segundo tono, que se debe al cierre brusco de las válvulas semilunares, es más corto y agudo. Las enfermedades que afectan a las válvulas cardiacas pueden modificar estos ruidos, y muchos factores, entre ellos el ejercicio, provocan grandes variaciones en el latido cardiaco, incluso en la gente sana.

La frecuencia cardiaca normal de los animales varía mucho de una especie a otra. En un extremo se encuentra el corazón de los mamíferos que hibernan que puede latir sólo algunas veces por minuto; mientras que en el otro, la frecuencia cardiaca del colibrí es de 2.000 latidos por minuto.

Pulso

pulsosCuando la sangre es impulsada hacia las arterias por la contracción ventricular, su pared se distiende. Durante la diástole, las arterias recuperan su diámetro normal, debido en gran medida a la elasticidad del tejido conjuntivo y a la contracción de las fibras musculares de las paredes de las arterias.

Esta recuperación del tamaño normal es importante para mantener el flujo continuo de sangre a través de los capilares durante el periodo de reposo del corazón. La dilatación y contracción de las paredes arteriales que se puede percibir cerca de la superficie cutánea en todas las arterias recibe el nombre de pulso. Podemos tomar el pulso mediante auscultación, directamente sobre los focos de auscultación cardíacos. O bien lo podemos tomar en arterias cercanas al corazón como en las carótidas, y también es importante saber tomar los pulsos distales que servirán para valorar la fuerza contráctil del corazón o la existencia de interrupciones en alguna arteria (por compresiones, taponamientos, fracturas…). El más común es el pulso radial, que se toma en el extremo distal del brazo, también se toma en arteria femoral, tibial posterior y pedía, las más lejanas del cuerpo.

Los latidos cardíacos

La frecuencia e intensidad de los latidos cardiacos están sujetos a un control nervioso a través de una serie de reflejos que los aceleran o disminuyen. Sin embargo, el impulso de la contracción no depende de estímulos nerviosos externos, sino que se origina en el propio músculo cardiaco.sinusal

El responsable de iniciar el latido cardiaco es una pequeña fracción de tejido especializado inmerso en la pared de la aurícula derecha, el nodo o nódulo sinusal. Después, la contracción se propaga a la parte inferior de la aurícula derecha por los llamados fascículos internodales: es el nodo llamado auriculoventricular. Los haces auriculoventriculares, agrupados en el llamado fascículo o haz de His, conducen el impulso desde este nodo a los músculos de los ventrículos, y de esta forma se coordina la contracción y relajación del corazón.

Cada fase del ciclo cardiaco está asociada con la producción de un potencial energético detectable con instrumentos eléctricos configurando un registrodenominado electrocardiograma.

Capilares

La circulación de la sangre en los capilares superficiales se puede observar mediante el microscopio. Se puede ver avanzar los glóbulos rojos con rapidez en la zona media de la corriente sanguínea, mientras que los glóbulos blancos se desplazan con más lentitud y se encuentran próximos a las paredes de los capilares.

La superficie que entra en contacto con la sangre es mucho mayor en los capilares que en el resto de los vasos sanguíneos, y por lo tanto ofrece una mayor resistencia al movimiento de la sangre, por lo que ejercen una gran influencia sobre la circulación. Los capilares se dilatan cuando la temperaturase eleva, enfriando de esta forma la sangre, y se contraen con el frío, con lo que preservan el calor del organismo.

También desempeñan un papel muy importante en el intercambio de sustancias entre la sangre y los tejidos debido a la permeabilidad de las paredes de los capilares; éstos llevan oxígeno hasta los tejidos y toman de ellos sustancias de desecho y dióxido de Carbono (CO2 ), que transportan hasta los órganos excretores y los pulmones respectivamente. Allí se produce de nuevo un intercambio de sustancias de forma que la sangre queda oxigenada y libre de impurezas.

Tensión arterial

Es la resultante de la presión ejercida por la sangre sobre las paredes de las arterias. La tensión arterial es un índice de diagnóstico importante, en especial de la función circulatoria.

Debido a que el corazón puede impulsar hacia las grandes arterias un volumen de sangre mayor que el que las pequeñas arteriolas y capilares pueden absorber, la presión retrógrada resultante se ejerce contra las arterias. Cualquier trastorno que dilate o contraiga los vasos sanguíneos, o afecte a su elasticidad, o cualquier enfermedad cardiaca que interfiera con la función de bombeo del corazón, afecta a la presión sanguínea.

En las personas sanas la tensión arterial normal se suele mantener dentro de un margen determinado. El complejo mecanismo nervioso que equilibra y coordina la actividad del corazón y de las fibras musculares de las arterias, controlado por los centros nerviosos cerebroespinal y simpático, permite una amplia variación local de la tasa de flujo sanguíneo sin alterar la tensión arterial sistémica.

Para medir la tensión arterial se tienen en cuenta dos valores: el punto alto o máximo, en el que el corazón se contrae para vaciar su sangre en la circulación, llamado sístole; y el punto bajo o mínimo, en el que el corazón se relaja para llenarse con la sangre que regresa de la circulación, llamado diástole.

La presión se mide en milímetros de mercurio(mmHg), con la ayuda de un instrumento denominado esfigmomanómetro. Consta de un manguito de goma inflable conectado a un dispositivo que detecta la presión con un marcador. Con el manguito se rodea el brazo izquierdo y se insufla apretando una pera de goma conectada a éste por un tubo.

Mientras el médico realiza la exploración, ausculta con un estetoscopio aplicado sobre una arteria en el antebrazo. A medida que el manguito se expande, se comprime la arteria de forma gradual. El punto en el que el manguito interrumpe la circulación y las pulsaciones no son audibles determina la presión sistólica o presión máxima. Sin embargo, su lectura habitual se realiza cuando al desinflarlo lentamente la circulación se restablece. Entonces, es posible escuchar un sonido enérgico a medida que la contracción cardiaca impulsa la sangre a través de las arterias.estetoscopio-y-esfigmomanometro-kit-estuche-de-transporte_MLM-O-3141167082_092012

Después, se permite que el manguito se desinfle gradualmente hasta que de nuevo el sonido del flujo sanguíneo desaparece. La lectura en este punto determina la presión diastólica o presión mínima, que se produce durante la relajación del corazón. Durante un ciclo cardiaco o latido, la tensión arterial varía desde un máximo durante la sístole a un mínimo durante la diástole.

¿Porqué se dice que es peor tener alta la tensión arterial baja?

Pues muy sencillo, cualquiera de los dos valores elevados supone un riesgo para la salud de las arterias, pero mientras que la tensión arterial sistólica o alta, hace referencia a la máxima presión que están soportando esas arterias, la tensión arterial diástolica o baja, hace referencia a la presión que soportan las arterias en situación de relajación. Es por esto que si la cifra de «tensión baja», es elevada, lo que nos está indicando, es que incluso en situación de relajación de la pared arterial, está soportando mucha presión, lo que puede llevar a la lesión de la misma.

Por lo general, ambas determinaciones se describen como una expresión proporcional del más elevado sobre el inferior, por ejemplo, 140/80. Cuando se aporta una sola cifra, ésta suele corresponder al punto máximo, o presión sistólica. Sin embargo, otra cifra simple denominada como presión de pulso es el intervalo o diferencia entre la presión más elevada y más baja. Por lo tanto, en una presión determinada como 160/90, la presión media será 70.

En las personas sanas la tensión arterial varía desde 80/45 en lactantes, a unos 120/80 a los 30 años, y hasta 140/85 a los 40 o más. Este aumento se produce cuando las arterias pierden su elasticidad que, en las personas jóvenes, absorbe el impulso de las contracciones cardiacas. La tensión arterial varía entre las personas, y en un mismo individuo, en momentos diferentes. Suele ser más elevada en los hombres que en las mujeres y los niños; es menor durante el sueño y está influida por una gran variedad de factores.

La presión baja de forma anormal, o hipotensión, se observa en enfermedades infecciosas y debilitantes, hemorragia y colapso. Una presión sistólica inferior a 80 se suele asociar con un estado de shock, aunque no siempre es así. Puede verse afectada por muchos factores, deshidratación, anemias severas, sol intenso, medicamentos…

Primeros Auxilios. Capítulo 1: Aspectos generales.

PRIMEROS AUXILIOS

Aspectos Básicos:

Los primeros auxilios consisten en prestar unos “primeros cuidados” a un accidentado o enfermo repentino en el mismo lugar de los hechos, hasta la llegada del personal especializado.

Debemos ser conscientes de que de estos primeros auxilios pueden depender la evolución posterior del paciente y en ocasiones la propia vida. Es muy necesario que cualquier persona relacionada con la sanidad los conozca y los domine, incluso cualquier ciudadano corriente también debería ser formado para poder solventar situaciones de este tipo, no olvidemos que accidentes ocurren a todas horas y en todos sitios, en casa, en el trabajo, en la carretera, etc y pueden afectar tanto a desconocidos como a familiares cercanos, por lo que saber actuar correctamente es vital.

1.     Consideraciones generales:

Una persona formada en primeros auxilios debe tener una alta capacidad de reacción, organización y grandes dosis de tranquilidad.

Nuestro objetivo principal a la hora de prestar primeros auxilios consiste en evitar agravar o empeorar las lesiones que presente la víctima.

–       Tranquilidad: Mover con precaución a una persona.

–       Composición del lugar: Delimitar la realidad y sus posibles consecuencias.

–       Dominio de la situación: Transmitiendo sensación de tranquilidad.

–       Seguridad personal: Hacer sólo aquello de lo que se está seguro.

–       Prevención: Evitar actuaciones intempestivas.

–       Aleje a los curiosos: Además de viciar el ambiente, pueden inquietar más al lesionado con sus comentarios.

2.     Valoración Primaria:

Debe consistir en un rápida reconocimiento de las constantes vitales. Los más importantes siempre deben ser evaluados en este orden y son:

–       estado de consciencia: Estimulando al paciente, hablándole o moviéndole con suavidad y viendo si reacciona (Consciente/Inconsciente).

–       Respiración (Hay/no hay)

–       Pulso (Hay/ No hay)

–       Temperatura (Se busca normalidad, hipotermia / hipertermia)

–       Tensión Arterial (si se dispone de esfigmomanómetro)

–       No levante nunca a la persona a menos que sea estrictamente necesario.

3.     Constantes Vitales:

Podemos definirlas como los signos relativos a las funciones del organismo que deben mantenerse dentro de unos límites para que la vida prosiga en condiciones normales.

PULSO

Podemos definirlo como la onda de sangre producida por la contracción del ventrículo izquierdo del corazón. En una persona sana el pulso, reflejo el latido cardíaco.

El pulso se puede tomar en varios lugares del cuerpo, la forma habitual de tomar el pulso es en la arteria radial, en la cara externa de la muñeca (tomando como referencia posición anatómica) y en la arteria carótida, en el lateral del cuello bajo el lóbulo de la oreja (como referencia)a ambos lados del cuello, justo por debajo de los esternocleidomastoideos.

La frecuencia del pulso se expresa en latidos por minuto y varía en función de una serie de factores como la edad, el sexo, la actividad, la fiebre, los medicamentos, por hemorragias importantes. La frecuencia normal del pulso está comprendida entre los 60 y los 100 latidos. Cuando se da un latido enlentecido se habla de bradicardia, hay bradicardias que son fisiológicas, en personas entrenadas, con un corazón potente, nos podemos encontrar con cifras de 40 o 50 latidos por minuto sin ninguna consecuencia para el organismo. Si por el contrario el corazón late a más de 100 pulsaciones por minuto en situación de reposo, es una taquicardia.

La valoración del pulso se realiza generalmente por palpación. Se palpa con los dedos medios de la mano. Las almohadillas distales de los dedos son las zonas más sensibles para la detección del pulso. Si la presión es excesiva, no notaremos nada, porque estaremos obstruyendo el paso de sangre, mientras que si es muy liviana es posible no detectarlo. Si el pulso es regular, rítmico, contaremos los latidos durante 30 segundos y multiplicamos por 2, si lo hacemos en 15 segundos o en 10, un margen de error de + – 1 o 2 latidos multiplicados por 4 o por 6, da un resultado final con mucho margen de error.

Si el latido es irregular será necesario contar los latidos durante un minuto completo.

RESPIRACIÓN

Podemos definirla como el acto de respirar, que comprende tanto la captación de oxígeno, como la eliminación del dióxido de carbono. Para evaluar la respiración hay que tener en cuenta tanto la frecuencia, la profundidad y el ritmo.

–       Frecuencia: Se define en respiraciones por minuto. Un adulto sano tiene una frecuencia normal entre 15 y 20 respiraciones por minuto. Dependiendo también de varios factores, esta puede modificarse, como el grado de actividad física, la edad…

A la frecuencia respiratoria normal se le llama eupnea, cuando la frecuencia es menor de lo fisiológico bradipnea y cuando la frecuencia es mayor de lo normal taquipnea.

–       Profundidad: La respiración se puede conocer mediante la observación del movimiento torácico. Y puede diferenciarse entre profunda, normal o superficial, dependiendo del intervalo entre inspiración y espiración.

–       Ritmo: Se refiere a la regularidad de las inspiraciones y espiraciones. En condiciones normales, la respiración presenta un intervalo simétrico.

Para valorar la respiración de una persona, solo hace falta poner una mano sobre el tórax para sentir los movimientos del mismo, o colocar el brazo del paciente sobre el tórax y observar los movimientos del mismo, mientras se toma el pulso radial. En el caso en el que no sea evidente el movimiento torácico y el paciente esté tumbado, colocar la cabeza a la altura de sus hombros para ver si el tórax realiza algún movimiento.

TENSIÓN ARTERIAL

La tensión arterial representa una medida de la presión que ejerce la sangre al pasar a través de las arterias. Dado que la sangre avanza en forma de ondas, existen dos medidas de tensión arterial: La presión sistólica, que es la presión de la sangre por la contracción de los ventrículos, y la diástolica que es la presión de los ventrículos en reposo. O lo que es lo mismo, lo que la gente llama “la alta” es la máxima presión a la que son sometidas las arterias por el paso de la sangre por los movimientos de contracción del corazón; “ la baja” representa la mínima presión a la que son sometidas las arterias, en condiciones de reposo. Se suele decir que la baja es más peligrosa por el hecho de que presiones diástolicas altas, dan una medida de que tensión está aguantando ese vaso incluso en reposo, a mayor tensión en reposo, mayor posibilidad de padecer algún evento circulatorio.

La presión arterial media en un adulto sano es de 120/70 mmHg. Aunque son muchos los factores que la pueden hacer oscilar y seguir moviéndonos en cifras normales, el ejercicio, la edad, el sexo, medicamentos, enfermedades, nerviosismo, raza…

Trastorno Efecto
Fiebre Aumenta la T.A
Estrés Aumenta la T.A
Obesidad Aumenta la T.A
Hemorragia Disminuye la T.A
Calor exterior Disminuye la T.A
Exposición al Frío Aumenta la T.A

La tensión arterial se mide con un manguito de presión, un esfigmomanómetro y un fonendoscopio. El manguito es una bolsa que se puede inflar con aire, cubierta de tela y conectada a dos tubos, uno que se une a una pera de goma que sirve para inflar y desinflar el balón a través de una válvula. El otro tubo se conecta al esfigmomanómetro que indica la presión de aire que se introduce en el globo y se expresa en mmHg (unidad internacional de presión).

Habitualmente la tensión arterial se mide en el brazo del paciente, sobre la arteria braquial (flexo del codo)y con un fonendoscopio estándar. Se coloca el manguito 2,5 cm sobre la flexura del codo. Se bombea aire en el manguito a través de la pera y con la válvula cerrada para que escape el aire, inflamos hasta alcanza la presión que creemos nos vamos a encontrar, o bien si estamos localizando el pulso radial, cuando dejemos de percibirlo. Colocamos el fonendoscopio sobre la arteria braquial, y comenzamos a liberar el aire, lentamente, abriendo la válvula. Miramos atentamente el manómetro y en el momento en que empecemos a escuchar el sonido del latido cardíaco, tendremos la medida de la presión sistólica (la alta). Seguimos vaciando el brazalete de aire y llegará un punto en el que dejemos de oir nada, pues el punto justo anterior a dejar de oir los ruidos, se considera por convenio que es la medida de la diástolica (baja).

NIVEL DE CONSCIENCIA

EL nivel de consciencia puede situarse en cualquier punto desde el estado de alerta al estado de coma. Un paciente completamente alerta contesta a las preguntas de forma espontánea; un paciente comatoso no responde ni a estímulos verbales ni físicos.

Para valorar en que estado se encuentra un paciente accidentado, se utiliza la escala de Glasgow. Es la escala más utilizada y es de vital importancia, por ejemplo en urgencias se usa en el momento del ingreso por urgencias y una nueva valoración a las 24h, dependiendo de las variaciones que existan, se establece un pronóstico bastante fiable de cómo evolucionará esa persona.

ESCALA DE GLASGOW

Abrir los ojos

  • Espontáneamente
  • Tras Orden verbal
  • Como respuesta al dolor
  • Sin respuesta

4

3

2

1

Respuesta motora

  • órdenes verbales
  • Localiza el dolor
  • Flexión normal
  • Flexión anormal (decorticación).
  • Extensión (descerebración)
  • Sin respuesta

6

5

4

3

2

1

Respuesta Verbal

  • Orientado y conversa
  • Desorientado y conversa
  • Utiliza palabras inadecuadas
  • Emite sonidos incomprensibles
  • Sin respuesta

5

4

3

2

1

El coma se establece como una puntuación de 7 o menos. Una puntuación de 3 o 4 indica una probabilidad del 85% de fallecer o permanecer en estado vegetativo. Una puntuación de 11 o más indica una buena recuperación o una probabilidad del 85% de discapacidad moderada.